CAUSAS DE LA REFORMA
Causas externas
Políticas
El fortalecimiento de las monarquías nacionales
permitió a los príncipes hacer frente al poder temporal y terrenal de la
Iglesia Católica que interfería en los asuntos internos de sus Estados.
La Iglesia Romana se presentaba como la institución
universal que unía al mundo cristiano. Esa pretensión de universalidad, sin
embargo, perdía fuerza, pues crecía el sentimiento nacionalista. Cada Estado, se
esforzaba en afirmar sus diferencias en relación a otros Estados. La Reforma Protestante
encajó en este espíritu, ya que tradujo la Biblia a las lenguas nacionales y
también su literatura se escribía en la lengua de cada nación y no el
latín, idioma oficial de la Iglesia Romana.
Económicas
Debido a su acumulación de donaciones,
la Iglesia de Roma era dueña de grandes extensiones de tierra, las cuales no
estaban gravadas con los impuestos. La Reforma permitió recuperar los bienes
usurpados ya sea para aumentar la riqueza del Estado o devolvérselo a los
campesinos.
Por otro lado, las normas de la Iglesia
Romana ponían límite al desarrollo económico de la burguesía. La Reforma trajo
una nueva ética basada en las Escrituras, lo que permitió un renovado
crecimiento económico de esta clase social y del resto de la sociedad.
Sociales.
La injusticia social fomentada por la
Iglesia Romana creó un ambiente de descontento en el que la voz de la Reforma resuena
con un mensaje de esperanza.
Ya hemos visto cómo los burgueses encontraron
en la Reforma mejores condiciones para su crecimiento integral (económico,
social y espiritual).
Los campesinos, en estado de servidumbre
esperaban su liberación.
La fe había sido durante mucho tiempo
una parcela privilegiada del clero. El pueblo deseaba participar en la vida espiritual de la Iglesia, no ser sólo un espectador.
Culturales
El humanismo renacentista criticó aspectos
fundamentales de la teología y la historia de la Iglesia Romana. Estas críticas
debilitaron el poder y la credibilidad de los Papas, y prepararon el camino a
la Reforma.
El Humanismo sirve de base a la Reforma porque cumple
con sus intenciones de reparar y restaurar, restablecer y reponer, así mismo los
reformadores consideraban primordial la formulación y vigencia original de las Escrituras.
Causas internas
Debilidad de la organización eclesiástica
El estado del clero era deplorable:
había sacerdotes sin vocación ni preparación que ejercían como obispos o
dignatarios de la Iglesia tras comprar sus cargos y con intención de enriquecerse
con ellos.
Debido a su corrupción y su vida
desenfrenada, disminuyó el gran prestigio de los Papas; el pueblo vio en ellos
a príncipes temporales dedicados a los asuntos políticos más que a
representantes de Dios en la tierra. La venta de indulgencias por el Papa León
X para recaudar fondos para la construcción de la basílica de San Pedro en Roma
fue la chispa que inició el movimiento reformador.
Había muchos hombres de Dios que
lamentaban esta situación y anhelaban también una Reforma.
El cisma de occidente y la alternativa conciliar
Por un lado el deseo de ocupar el trono
de la Iglesia romana desataba luchas entre distintos candidatos. Se llegó a un
punto en el que llegaron a existir hasta tres papas al mismo tiempo, lo que
socabó mucho la autoridad y prestigio del pontífice romano delante del pueblo.
Restaron, asimismo, unidad y fuerza a la
Iglesia las querellas surgidas entre los concilios (asambleas de obispos) y los Papas. Muchos defendían la superioridad del Concilio sobre la autoridad del
obispo de Roma. Como consecuencia de todo eso, se ponían las bases para la formación
de iglesias nacionales (en Francia, Alemania e Inglaterra), lo que constituyó
una de las principales causas de la Reforma Protestante.
Críticas internas desde el humanismo cristiano
Hombres
como Lorenzo Valla, Erasmo de Rotterdam o Tomás Moro señalaron la necesidad de
que el cristianismo estuviese basado en la verdad y de que se colocase a las
Escrituras en el lugar de autoridad que le corresponde y que la teología había
usurpado.