MOVIMIENTOS PRECURSORES DE LA REFORMA
Juan Huss y los husitas
Monumento a Juan Huss en Praga
Juan Huss nació el año 1370. Hijo de un campesino pobre que
murió tempranamente, fue criado con mucho esfuerzo por su madre.
Pese a la adversidad que le rodeaba, logró llegar a la
Universidad de Praga, en la capital del país. Una vez allí, no sólo fue buen
alumno, sino también un buen profesor. Pero más que eso: al poco tiempo fue
elegido decano de la Facultad de Filosofía, y luego rector de la Universidad,
cuando tenía sólo 31 años de edad.
Por este tiempo fue nombrado predicador de la capilla de Belén. Esta capilla había
sido construida por dos laicos, con el expreso deseo de que en ella se predicase
la Palabra de Dios al pueblo en lengua común. Cuando estuvo construida, ellos
pensaron que nadie mejor que Huss debía predicar en ella.
Poco después llegaron a sus manos unos libros de Juan
Wicliff. En un principio, los libros le desconcertaron, pero luego los apreció
hasta convertirse en su admirador. Juan Wicliff reivindicaba con vehemencia la
autoridad de las Sagradas Escrituras, al tiempo que denunciaba la corrupción
que había en los ambientes religiosos. Cuando la luz de la verdad resplandeció
en el corazón de Juan Huss, comenzó a predicar en esa misma dirección.
Juan Huss ante el concilio de Constanza |
Más tarde se le prohibió predicar. Eso no bastó, sin
embargo, para callarle, debido al apoyo popular, y al hecho de que la capilla
Belén era de propiedad privada. Pronto otros habrían de imitarle, recorriendo
los pueblos y aldeas predicando al aire libre.
Poco después fue excomulgado por negarse a ir a Roma. Esto
trajo algunas reacciones muy comprensibles para la época: El rey le quitó su
apoyo y le desterró de Praga. La misma ciudad, por prestarle apoyo, fue
anatemizada.
En noviembre del año 1414, la iglesia de Roma convocó a un
Concilio en la ciudad de Constanza, Alemania. Huss fue llamado a comparecer
ante él. Contando con el aval del rey y del emperador, sus amigos le dejaron
partir. Fue llamado a declarar ante el Papa, que estaba también en la ciudad.
Allí, en el palacio papal se le tomó preso, al negarle toda validez al
salvoconducto del emperador, aduciéndose que Huss, siendo un “hereje no tenía
derechos”.
Juan Huss martirizado en la hoguera |
En 1415 el Concilio lo condena a muerte y tras ser
martirizado muere en la hoguera. En el cadalso le dijo al verdugo: Vas a asar un ganso (“huss significa
ganso en lengua bohemia), pero dentro de
un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás ni asar ni hervir. Estas
palabras fueron una profecía que se cumplió en Martín Lutero, quien apareció al
cabo de unos cien años, y en cuyo escudo de armas figuraba un cisne.
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