martes, 6 de diciembre de 2016

LA PREEXISTENCIA DE JESÚS



Todos nosotros comenzamos a existir cuando somos engendrados, pero con Jesús no sucede así. La Biblia nos enseña que él tuvo una existencia anterior a su gestación.
Examinemos los siguientes pasajes y anotemos lo que nos enseñan acerca de Jesús:

Miqueas 5:2

Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.

Jesús nacerá en Belén 750 años después de que Miqueas lo profetizase, pero sus orígenes están en la eternidad pasada.

Juan 1:1

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

Jesús estaba con Dios y era Dios antes de que el tiempo pudiese contarse, 

Juan 8:58

Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.

Jesús es anterior y más importante que Abraham.

Juan 17:5

Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.

Jesús estaba junto a Dios antes de que el mundo existiera.

Juan 17:24

Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la {gloria} que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Dios amaba a Jesús antes de que el mundo existiera.

Colosenses 1:17

Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.

Jesús existe antes de que nada fuese creado. Él no es creado, y además hace que todas las cosas permanezcan.

Hebreos 7:3

sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.

Jesús no tiene principio ni fin en el tiempo.

Apocalipsis 22:13

Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin.

Jesús es el principio y el fin de todo.

Colosenses 1:15

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Él es lo que se puede conocer de Dios y el heredero de toda la creación.